Estériles resultaron los esfuerzos del médico veterinario de Corpamag, Walberto Naranjo y de su equipo de trabajo por salvar la vida de una zarigüeya que le habrían arrojado agua hirviendo junto con sus crías, en Santa Marta. El mamífero murió en el Centro de Atención y Valoración de Fauna, CAVF, 24 horas después del cruel suceso.
El ejemplar, con sus hijos en su bolsa marsupial, fue encontrada por una mujer que contactó a la Policía Ambiental y a Corpamag para su rescate. Presentaba quemaduras graves que hacían dudar de su sobrevivencia.
El llamado de ayuda fue atendido y el animal fue trasladado al CAVF en donde el grupo profesional confirmó que su estado era crítico, aunque se procedió con un tratamiento intensivo con analgésicos, antibióticos y cicatrizantes.
Los expertos enfatizaban que no se podía garantizar su supervivencia debido a la gravedad de las quemaduras.
El miércoles por la noche murió en medio del dolor y la impotencia de quienes con ella estuvieron hasta el último instante. También el caso deja una una alerta sobre la crueldad hacia la fauna silvestre y la necesidad de fortalecer la conciencia ambiental.
«Estas lesiones, causadas por agua caliente, son producto de una agresión injustificada contra un animal indefenso», dijo el director del CAVF, Walberto Naranjo.
IMPORTANTANCIA DEL ANIMAL
La zarigüeya juega un papel clave en el equilibrio ambiental, ya que contribuyen a mantener bajo control poblaciones de insectos y pequeños roedores, ayudando a conservar la salud de los ecosistemas locales, por tanto – según el científico Naranjo –
«es un error común considerarla una amenaza o portadora de enfermedades».
«Ningún animal merece sufrir por ignorancia o intolerancia humana», precisó.
Recordó que estos actos irracionales, que constituyen delitos de maltrato animal, son sancionados por la legislación ambiental vigente con multas y otras medidas penales y administrativas.
RECOMENDACIÓN
Corpamag hace un llamado urgente a la comunidad para evitar reacciones violentas frente a la presencia de zarigüeyas u otras especies silvestres y recomienda que en caso de encontrar animales heridos o fuera de su hábitat natural, se debe informar a la Policía Ambiental o a la Corporación para garantizar su rescate y atención profesional.
Este triste y lamentable episodio, es un recordatorio que ante el maltrato animal es importante que se tomen medidas legales de prevención y promover una cultura de respeto y compasión hacia estos seres vivos.
Aunque la responsabilidad por el daño causado recae directamente en la persona que cometió el acto de crueldad, no hay que descartar la culpabilidad de quienes con su silencio, permitieron el malvado hecho.