BOGOTÁ_ La canción que se esperaba que fuera un éxito rotundo terminó generando una gran polémica en el país, debido a que se acusó a los intérpretes de esta —Karol G, J Balvin, Ryan Castro, Blessd, Feid, Maluma y Dilan— de hacer apología a la pedofilia en la letra.
El nombre de la canción es ‘+57′ y hace alusión al código telefónico de nuestro país, fue estrenada el pasado jueves 7 de noviembre en todas las plataformas digitales, pero su acogida no fue satisfactoria, incluso Rolling Stone publicó un artículo en el que señala lo siguiente: “Es gravísimo que, a estas alturas de la conversación sobre la narcocultura y la cultura de la violación, se sigan tocando libremente temas como la sexualización a menores en las canciones. Sin importar de qué género musical se trate, cantar sobre niñas que ‘están buenas’ no está bien y en lugar de romper con la normalización, este sencillo perpetúa la sexualización de menores”.
“Una mamacita desde los fourteen. Entra a la disco y se le siente el ki. Mami, estos shots yo me los doy por ti”, dice el fragmento de la canción que ha sido cuestionado por “apoyar” la sexualización de menores de edad.
La conversación sobre el polémico junte cayó en el Congreso de la República, donde se propuso que los reguetoneros se capaciten en asuntos de prevención de violencias a niños y adolescentes, además, se están recogiendo firmas para retirar el sencillo de plataformas digitales.
La polémica no solo ha sido, de acuerdo con los congresistas, por la alusión a la pedofilia en la letra de la canción, sino también por aspectos como el consumo de sustancias psicoactivas.
Varios representantes de la Comisión Segunda de la Cámara firmaron una proposición para que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) convoque a los involucrados en la creación de la canción para que reciban una capacitación enfocada en los derechos de niños, niñas y adolescentes de Colombia.
“El objetivo de este espacio será generar un espacio de concientización sobre la importancia y preponderancia del bienestar de los niños, niñas y adolescentes y la necesidad urgente de erradicar cualquier manifestación pública que menoscabe sus derechos”, dice la proposición del Congreso.
Carolina Giraldo, representante de la Alianza Verde y una de las autoras del documento, motivó a los reguetoneros a aceptar esta invitación, asegurando que se trata de una propuesta “bien intencionada y constructiva”.
Giraldo también mencionó que “muchos de ellos no son conscientes del daño que estos mensajes pueden estar haciendo en la sociedad y en particular para niños, niñas y adolescentes. Así que acepten la invitación y que se apropien un poco más de cuál es esa situación que están pasando los menores y contribuyan a su bienestar. Sería un buen acto de su parte”.
También se conoció que varios senadores, representantes y miembros de la comunidad en general, firmaron una cartaga para que +57 sea retirada de las plataformas digitales y redes sociales.
De acuerdo con el diario El Colombiano, la idea de esta petición es recoger firmas para solicitar a Bichota Records LLC, bajo licencia de Interscope Records, que retire la canción.
La representante del Pacto Histórico, Alexanda Vásquez también expresó su posición sobre el contenido de la canción: “Comprometidos con la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, nos permitimos solicitarles amablemente el retiro de plataformas de streaming de música y redes sociales oficiales de la canción +57. Este producto musical, como ha sido señalado por múltiples voces, perpetúa estereotipos de la narcocultura y hace una preocupante apología a la sexualización de menores”.
Y agregó que “no podemos permitir que el mensaje cultural que reciben nuestros jóvenes y niños esté impregnadas de elementos que atenten contra su integridad y los pongan en riesgo frente a fenómenos como el tráfico y la explotación de niños, niñas y adolescentes, que desafortunadamente se han incrementado en ciudades como Medellín, Cartagena y Bogotá en los últimos años”.
Por último, desde el Congreso se hizo un llamado para que los intérpretes y autores de la polémica canción hagan uso de su reconocimiento para provomer la igualdad, el respeto y la protección de los menores de edad, en lugar de reforzar narrativas que indirectamente validan la explotación infantil.