No será necesaria una corrección histórica, pero bien vale la pena la difusión de un hecho curioso, de implicaciones anecdóticas y sin anotación bíblica: Jesucristo es samario y fue elegido Edil de la Localidad I de Santa Marta.
No fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, cómo el inmortal y carismático líder católico que vino al mundo en Belén de Judea, sino como resultado de una acción absolutamente terrenal, fruto de la relación amorosa de sus padres, Carlos García Henao y Esther Zulúaga.
Nació el primer día de agosto del año 1983 a la 1:45 de la tarde y fue bautizado el 24 de diciembre de 1985 a las 6:00 p.m., en la iglesia La Candelaria, del barrio María Eugenia, al sur de la ciudad, por el presbítero Jorge Roa, a quien a partir de aquel momento llamaron ‘Juan El Bautista’.
Sus padres, que no son José y María, sino Carlos y Esther, lo bautizaron así en virtud de su fé y creencia religiosa.
Aunque dice vivir orgulloso de su nombre, no deja de admitir que en ocasiones le ha originado algunos malos entendidos.
SAGRADA FAMILIA
La imposición de nombres bíblicos en su familia parece ser una constante.
Juan, no es el apóstol y el discípulo a quien Jesús amó, sino su tío. Lucas, no es el evangelista, discípulo y compañero de San Pablo, sino su primo.
Lázaro no es el amigo a quien Jesús resucitó en su casa de Betania, también es su primo y Samuel no es el profeta y siervo leal, sino su abuelo.
Marta y María Magdalena no son las hermanas que servían de anfitrionas a Jesús en casa de Lázaro. Ellas los son tía y prima de Jesucristo García, respectivamente.
Estamos hablando de María Magdalena Cadavid, Marta Barros Cadavid; Lázaro y Lucas Espejo Cadavid; Juan García Henao, Samuel Zulúaga y Abraham Zulúaga.
Ahora los habitantes de la localidad I de Santa Marta manifiestan que, para envidia de las otras dos localidades «nos damos el caché de tener como nuestro gran líder comunal a Jesucristo».