BERLÍN_ Para muchos aficionados, es parte de la cultura futbolística: unos tragos de alcohol antes del pitazo inicial ayudan a calmar los nervios y unen a los amigos. Aplacar el amargo sabor de la derrota con un poco de cerveza o descorchar el champán tras un triunfo fulgurante también son lugares comunes en la práctica de este deporte.
Pero el Mundial de Fútbol de Qatar 2022, que tendrá lugar entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre, será el primero en un país musulmán donde el alcohol está prohibido. Está disponible para no musulmanes, especialmente en los hoteles internacionales, pero no se puede beber en la calle. Ante el escenario que plantea un evento deportivo como el que se avecina, las autoridades han accedido a dar un poco más de libertad en lo que respecta a la cerveza.
Por ejemplo, la firma estadounidense Budweiser, patrocinadora del torneo de la FIFA, estará disponible dentro del perímetro de los estadios para quienes tengan un ticket, pero los vasos con cerveza no podrán ser llevadas al estadio mismo ni ser bebidos en la vía pública. La misma marca estará disponible en el FIFA Fan Festival oficial en el parque Al Bidda, en el centro de Doha.
El Comité Supremo de Qatar que organiza el campeonato dijo a DW que si bien «el alcohol no es parte de la cultura qatarí, la hospitalidad sí lo es, y aquellos fanáticos que deseen consumir alcohol durante la Copa del Mundo en Qatar podrán hacerlo”.
Sin embargo, las imágenes de hordas de fanáticos reuniéndose en plazas para beber alcohol antes de los partidos, esas que se han convertido en uno de los sellos distintos del mundial de la FIFA, seguramente no se verán en Medio Oriente.
Tres horas para beber
En Qatar, llegar temprano a los estadios parece ser la mejor solución para los aficionados que deseen vivir un ambiente con alcohol, aunque solo tendrán Budweiser en el menú. También estarán disponibles los productos de Coca-Cola, otro auspiciador del campeonato.
Bailey Brown, presidenta del Independent Supporters Council North America, está preocupada por la posibilidad de que los fanáticos, dadas las restricciones imperantes, beban en exceso dentro del perímetro del estadio antes de los partidos. «¿Cómo se pondrá a beber la gente sabiendo que solo tienen tres horas antes del partido? Creo que eso es muy preocupante», dijo a DW.
Los hoteles son la otra opción segura para beber, pero se espera que los precios se ubiquen en el rango de los 13-17 euros, aunque es posible que haya algunos descuentos a primeras horas de la tarde.
Como sea, es poco probable que en Qatar se vea la violencia de hooligans alcoholizados que se ha visto en otros campeonatos, no solo por las limitaciones en el acceso al alcohol, sino porque también se espera que lleguen menos hinchas de países con posibles alborotadores. Unos de los que tienen peor reputación son los fanáticos ingleses, con varios episodios lamentables sobre sus hombros.
Pautas detalladas
En Qatar, los hinchas ingleses podrían enfrentarse a varios problemas, incluso si solo se les ocurre beber en el lugar equivocado. Por ello, la Asociación de Fanáticos del Fútbol de Inglaterra y Gales entregó pautas detalladas a quienes viajen al mundial. «No ingrese alcohol a Qatar ni beba en las calles. Podría ser enviado a casa o ser arrestado», dice la guía.
Además de Qatar, el país que más entradas ha comprado es Estados Unidos, aunque la FIFA no ha entregado cifras exactas. Muchos de esos compradores querrán ver a la selección norteamericana, pero también pueden ser extranjeros residentes en Estados Unidos que deseen apoyar a otras selecciones.
Brown agrega que, en su opinión, en Qatar «puede ser hasta peligroso beber porque no hay transparencia. Si te atrapan con una cerveza o intoxicado en la calle, ¿qué sucede? No soy muy amiga de estas zonas grises».
Si bien quieren mostrarse abiertos a los extranjeros que lleguen al torneo, el Comité Supremo ha sido claro: «Los fanáticos deben tener presente que está prohibido beber alcohol fuera de las áreas designadas».
*Informe de DW