BOGOTÁ_ Estados Unidos anunció la descertificación de Colombia en materia de lucha contra el narcotráfico, tras señalar que el país cuenta con alrededor de 264.000 hectáreas de coca cultivadas, lo que evidencia un retroceso en los esfuerzos contra este flagelo.
La decisión podría tener implicaciones directas en la relación bilateral y en el acceso a cooperación internacional. Expertos advierten que la medida afectaría la llegada de recursos de ayuda de Washington y complicaría el acceso a créditos de organismos multilaterales, debido a que la descertificación envía una señal negativa sobre el compromiso del Estado colombiano en la lucha contra las drogas.
En el plano diplomático, la decisión supone un golpe a la política antidrogas del Gobierno y un nuevo factor de tensión con la administración estadounidense, que ha sido uno de los principales socios de Colombia en esta materia.
El presidente Gustavo Petro lamentó el anuncio durante un Consejo de Ministros, pero aseguró que la descertificación no conlleva de manera automática sanciones económicas, aunque sí representa un desafío para la credibilidad del país en el escenario internacional.
Con este panorama, Colombia deberá replantear sus estrategias frente al narcotráfico y reforzar su política exterior para mitigar las consecuencias de la medida y garantizar la continuidad de programas sociales y de seguridad que dependen de cooperación externa.