SANTA MARTA_ En un monitoreo nocturno a la babilla vista en los últimos días en los alrededores del Parque del Agua, de Santa Marta, la Corporación Autónoma Regional Magdalena, Corpamag, y el Departamento Administrativo de Sostenibilidad Ambiental, Dadsa, determinaron que se trata de un solo individuo adulto, posiblemente hembra, y estaría en buen estado de salud.
Durante tres horas, en la penumbra, grupo de biólogos y veterinarios de ambas entidades, recorrieron el lago, observando la presencia del animal.
“Decidimos hacer esta labor en la noche, dado que es la hora donde el reptil se encuentra activo y nos permite verlo, y así identificar las medidas de manejo a implementar para su conservación”, aseguró Juan Salvador Mendoza, Biólogo de Corpamag.
Explicó que cuerpos de agua como este hacen parte de su hábitat natural. El lugar tiene la característica que se alimenta de un importante afluente para la ciudad, como es la Quebrada Japón, la cual desemboca en el Río Manzanares.
Si bien el Parque del Agua hace parte de la jurisdicción del Dadsa, la decisión de manejo y protección de esta especie se ha determinado entre ambas autoridades ambientales, definiendo su reubicación a un ecosistema ajreado de los humanos, garantizado su supervivencia y tranquilidad.
Aunque durante este monitoreo no se logró la captura de la babilla, se espera que en los próximos días pueda ser trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre (CAVFS) de Corpamag para ser auscultada científicamente y luego ser liberada, según el protocolo de la Resolución 2064 de 2010.
Mientras se da la reubicación del individuo, ambas entidades solicitan a la comunidad no agredirla, evitar arrojarle desechos de comida y si la observan salir del agua no acercarse, respetando su salida a tomar el sol.
«Las babillas (Caimán crocodilus fuscus), son cocodrilianos pequeños que no representa peligro para las personas porque no son agresivas, se alimentan de peces y parte de su función en el ecosistema es reciclar organismos muertos presentes en los cuerpos hídricos, evitando la propagación de enfermedades», explicó Corpamag.
Se recomienda además a las personas encargadas de administrar el sitio recreacional, realizar un enmallado que permita delimitar los espacios de esta especie con el lugar de tránsito de las personas que frecuentan el sitio, para propiciar la coexistencia con la especie.