SANTA MARTA_ Para aquellos que visitan la capital del Magdalena en búsqueda de vivir experiencias más allá del turismo de sol y playa y conectarse con la naturaleza y el encanto de la flora y fauna de este sector, Santa Marta cuenta con una variedad de opciones desde lo alto de las montañas hasta la orilla de los ríos se puede disfrutar del encanto de la ciudad entre la Sierra y el Mar Caribe.
SAN LORENZO
Es quizás uno de los puntos más altos de la Sierra y está equipado con toda la hospitalidad para recibir a los visitantes. Está ubicado en la montaña Cerro Kennedy, a 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Además de contar con una panorámica que hace perder el aliento, San Lorenzo es el mejor lugar para los amantes del avistamiento de aves, puesto que en la zona se ubica la Reserva Natural El Dorado, que desarrolla proyectos de protección y conservación de especies de aves que se encuentran en vía de extinción.
SISIGUACA
Aunque es pequeña, es una visita casi obligada para degustar la exquisitez de la gastronomía local. Atendido por pescadores nativos, está playa asegura delicias del mar totalmente frescas, además de una arena blanca y un agua cálida que promete un baño de ensueño. Su acceso es muy fácil: se sale desde Taganga en lancha o a través de una senda natural.
Al ser un destino con pocos visitantes, es perfecto para descansar contemplando el mar Caribe. Para muchos otros, este es el lugar ideal para desconocerse de la rutina y aprovechar el tiempo para leer, disfrutar del sol y pasar tiempo de calidad con familia, amigos o pareja. Además, en esta playa tienes la posibilidad de hacer careteo para conocer la riqueza marina que se esconde en las profundidades del mar.
RÍO DON DIEGO
Este río es toda una experiencia, mezcla de aguas mansas y fuertes corrientes. Ubicado en las inmediaciones de Palomino, este río es el lugar ideal para el avistamiento de aves o para convivir con monos aulladores y especies exóticas que tienen como hogar la fuerte vegetación que bordea el río. Sin embargo, unos metros más adelante, es común encontrarse a turistas y locales haciendo tubing, que consiste en descender el curso del río… ¡a bordo de un neumático!
QUEBRADA VALENCIA
Situado sobre la vía que conduce a la entrada principal del Parque Nacional Natural Tayrona, tras una caminata de tan sólo 30 minutos se llega a un escenario único resguardado entre los centenarios árboles de la zona.
Quebrada Valencia es una caída escalonada con pozos de agua pura y cristalina, donde podemos disfrutar de relajantes baños en medio del paisaje de una jungla exuberante con árboles enormes y acompañados por el sonido que produce el cascabel del agua al romperse contra las rocas del lecho del rio. Un efecto visual se genera creando una caída de agua color turquesa entre las inmensas rocas que componen la cascada.
LA TAGUA
Localizado a tres horas de Minca, este idílico lugar, remanso de paz y conexión con la naturaleza, recoge el frío de la Sierra, por lo que es necesario una chaqueta y unas buenas botas de montaña. Sus condiciones atmosféricas permiten ver partes de la Ciénaga Grande, ¡e incluso de Barranquilla! En La Tagua viven indígenas de la etnia Wiwa, además de comunidades campesinas.
LAGUNA ENCANTADA
Ubicado a 37 km de la ciudad de Santa Marta, a unos 2 kilómetros de la entrada de Parque Tayrona, su nombre hace referencia a la magia, belleza y encanto del lugar que cautiva a los visitantes, según los lugareños.
El sendero es de fácil acceso y tomará unos 40 minutos hasta llegar a una tranquila laguna alimentada por una pequeña cascada.
El paisaje que rodea a Laguna Encantada podría ayudarte a conectarte con la naturaleza y contigo mismo, a encontrar calma lejos de la rutina y la cotidianidad de la ciudad, y al mismo tiempo disfrutar del mejor ecoturismo.