TENERIFE_ El río Magdalena y las ciénagas que están en las cercanías del municipio de Tenerife han aumentado sus niveles en los últimos días, por cuenta de las lluvias. Este hecho está generando seria preocupación pues están a punto de colapsar varias infraestructuras.
Por ello, la administración municipal decretó la calamidad pública para solicitar, cuanto antes, el apoyo oficial. La situación, dice el burgomaestre, Andrés del Portillo, no da espera.
«La vía Tenerife – Plato, que avanza a pasos lento, está que se la lleva el río y la vía que comunica a la cabecera con sus corregimientos del Real del Obispo, Santa Inés, San Antonio y veredas circunvecinas, fue arrasada por las aguas del río Magdalena, a pesar de que la Unidad nacional invierte más de 22 mil millones en el taponamiento de un boquete, consecuencia de la creciente del año 2010», señaló del Portillo.
La preocupación está en la poca ejecución de las obras que, se supone, deben contener este tipo de emergencias. Una de ellas está en el caño del Real del Obispo, que comunica las aguas del río Magdalena con la ciénaga de San Juan. La administración denuncia que se han presentado defectos en su ejecución, lo que ha conllevado a la inundación de manera acelerada a las fincas, perjudicando a los agricultores y ganaderos.
«También es preocupante la situación en la cabecera municipal, no solo se encuentra en riesgo de inundación, si no que la iglesia de San Sebastián, la cual es patrimonio nacional decreto 1920 de 1995, está que se cae por la fuerte creciente del río Magdalena y la erosión costera que golpea el sitio donde está ubicada. Esta creciente también amenaza con llevarse más de cien familias que viven en el sector de la joya colonial, dónde el río ya se llevó el árbol de ceiba más antigua del municipio», remarcó.