El Presidente de la República de Colombia, confirió la Orden de San Carlos en el Grado de Gran Cruz, al embajador magdalenense, santanero, Enrique Arrieta
Lara, a través del decreto número 2562 del Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, la notificación de dicha condecoración no se le hizo en vida al embajador Arrieta, quien murió, a sus 102 años, el 21 de agosto de 2023, desconociendo el reconocimiento a su labor.
La Orden de San Carlos en el Grado de Gran Cruz, honra y enaltece al embajador Arrieta por su connotado servicio al país, especialmente en el campo de las relaciones internacionales. Lo anterior, dado que el embajador Arrieta sirvió con dedicación, eficiencia, decoro y lealtad a la República de Colombia, desde el servicio diplomático y consular del Ministerio de Relaciones Exteriores, desde el año 1950, hasta su retiro del servicio en el año de 1980. La Orden de San Carlos en el Grado de Gran Cruz es la más alta distinción que otorga Colombia a quienes prestaron destacados servicios a la Nación.
Durante su destacada trayectoria en el servicio exterior, el embajador Arrieta protegió y asistió los intereses de los connacionales de la diáspora desde los cargos de Cónsul Encargado en Curazao (1943), Cónsul Encargado en Aruba (1950), Cónsul en Encontrados, Venezuela (1951), Cónsul en Puerto Cabello, Venezuela (1953), Cónsul Encargado en Puerto España, Trinidad y Tobago (1953), Cónsul General en Sao Paulo, Brasil (1956) y Cónsul General en San Cristóbal,
Venezuela (1977).
Así mismo, el embajador Arrieta fortaleció el servicio diplomático colombiano, a través de su brillante profesionalismo, durante su desempeño como Ministro Consejero de la Embajada de Colombia ante la República del Ecuador (1959), Ministro Consejero de la Embajada de Colombia ante la Santa Sede (1971), Jefe de misión en Japón, Embajador uno residente en la República de Corea, Taiwán y Filipinas (1974) y Embajador en Trinidad y Tobago (1977). En este sentido, el embajador Arrieta fortaleció y diversificó los lazos de amistad de Colombia con la República de Corea, desarrollando acciones que exaltaron las labores del Batallón Colombia en la Guerra de Corea (entre 1950 y 1953) y apoyó la obra del monumento por los coreanos a los valientes soldados colombianos caídos en combate.
Durante su loable labor diplomática, el embajador Arrieta fue condecorado con la Medalla de la Orden de Malta en Roma, Italia (1973). Más tarde, ya gozando de buen retiro, en su pueblo natal Santa Ana, Magdalena, el Concejo Municipal lo designó como Ciudadano Ejemplar (2019). En ese mismo sentido, recibió reconocimiento por su servicio al departamento del Magdalena por parte de la Asamblea Departamental (2021). Con base en todo lo anterior, la Universidad del Magdalena le otorgó el título como profesional en Negocios Internacionales Honoris Causa (2021), y le publicó el libro de su autoría “De los campos del Magdalena a la diplomacia mundial”, en el cual se describen en detalle sus actividades como diplomático colombiano.