BERLÍN_ Un pequeño peine de marfil del 1700 a.C. tiene grabada la primera frase completa conocida en cananeo, la cual hace referencia a la función del objeto: «Que este colmillo acabe con los piojos del cabello y la barba”.
Aunque el peine fue encontrado en 2017 en la yacimiento de Tel Lachish (Israel), las letras grabadas solo se advirtieron en un procesamiento posterior realizado este año, según publica hoy (09.11.2022) Jerusalem Journal of Archaeology.
El peine mide unos 3,5 por 2,5 centímetros y, aunque las bases de las púas son visibles en ambos extremos, estas se rompieron en la antigüedad. La parte central está algo erosionada, posiblemente por la presión de los dedos al sujetarlo durante el cuidado del cabello o la eliminación de los piojos de la cabeza o la barba.
El hallazgo fue realizado por un equipo encabezado por la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU) y la inscripción la descifró el epigrafista semítico Daniel Vainstub de la Universidad Ben Gurion.
La inscripción es una prueba directa del uso del alfabeto en las actividades cotidianas hace unos 3.700 años y «se trata de un hito en la historia de la capacidad humana de escribir», señaló uno de los firmantes, Yosef Garfinkel, de la HU
Escritura arcaica
Los cananeos inventaron uno de los primeros alfabetos que se conocen hacia el 1800 a.C, pero hasta hace poco no se habían descubierto inscripciones significativas.
En el peine hay 17 letras cananeas, que forman siete palabras en las que se lee el mensaje en cuestión, grabadas de forma superficial y escritas en forma arcaica, de la primera etapa de la invención de la escritura alfabética.
Un descubrimiento sin precedentes
Por primera vez, destacó el equipo, se dispone de una frase verbal completa escrita en el dialecto que hablaban los habitantes cananeos de Lachish.
El peine tenía en uno de sus lados seis púas gruesas para desenredar los nudos del cabello y por el otro catorce finas, que se utilizaban para eliminar piojos y liendres.
El marfil era un material muy caro, por lo que probablemente fue un objeto de lujo importado, quizás desde el cercano Egipto, lo que indica que incluso la gente de alto nivel social sufría de piojos.
La inscripción arroja luz sobre algunos aspectos de la vida cotidiana de la época, hasta ahora poco atestiguados, y es el primer descubrimiento en la región de una inscripción que hace referencia a la finalidad del objeto en el que fue escrita, a diferencia de las inscripciones de dedicación o propiedad en los objetos.
El equipo analizó el peine para detectar la presencia de piojos y encontraron restos de 0,5 a 0,6 milímetros. Las condiciones climáticas de Lachish no permitieron conservar los insectos enteros, sino solo la membrana externa de la fase de liendre.
Informe de DW*