En 2.8 hectáreas de tupido bosque seco en el barrio Santa Ana, de Santa Marta, los animales silvestres tienen desde hace más de 20 años su propio refugio. Allí se recuperan especies que son víctimas del tráfico ilegal, otras que han sido abandonadas a su suerte y algunas que por diferentes razones están por fuera de su hábitat.
Es el Centro de Valoración y Atención de Fauna Silvestre, CAVFS, de Corpamag, a donde muchos animales llegan heridos o maltratados, siendo atendidos por un equipo técnico y profesional, conformado por un médico veterinario, biólogos y cuidadores, que valoran y los tratan, aplicando todos los protocolos.
LAS ESPECIES
Desde su creación, por sus instalaciones han desfilado jaguares, pumas, osos palmeros, hormigueros y perezosos; ñeques, monos, ardillas y zarigüeyas o zorros chuchos.
También, tortugas, morrocoyos e iguanas, la mayoría de estas lastimadas por la práctica de extracción de sus huevos.
Babillas, caimanes, boas y lagartos. Además, canarios – que llegan en época de reproducción – búhos, chavarrías, flamencos, chau chau, loros y guacamayos.
EL INGRESO
Lo primero que se realiza en el CAVFS, una vez que ingresan los animales, es determinar su estado general. Se revisa si tiene alguna condición grave o urgente que necesite inmediatez y se brinda la atención en el mismo momento en que entró.
En caso contrario, dependiendo del tipo de animal, se estabiliza unas horas o incluso días.
Posterior a esto, se realiza un diagnóstico de ingreso que comienza examinando su piel y tegumentos (uñas, pelo, pico) para determinar que sus condiciones de salud sean estables. Asimismo se revisa su apariencia general, el brillo de su pelo y si existe alguna herida o algún tipo de parásito externo. En caso que los haya, se establece la curación, desinfección o tratamiento para combatir las lesiones y los ectoparásitos.
También se pesa y se toman las medidas biométricas. Se determina el estado de los sistemas vitales que tiene el animal. Después se evalúa como se comporta siendo un animal silvestre o como lo haría en libertad.
Esto puede llevar algún tiempo mientras se toman las observaciones del caso y de acuerdo a su evolución se determinan los procesos a seguir para su recuperación y para su reinserción en su hábitat natural.
Todos estos procesos se realizan en la fase denominada en el CAVFS como cuarentena, en la cual los individuos se mantienen aislados por prevención, mientras se determinan los parámetros
antes mencionados.
Cuando el animal ha pasado esta fase viene un encierro más amplio donde será su recuperación. Allí se integra a otros grupos de animales de la misma especie para que sea más tolerable la liberación.
Cuando no es posible recuperarlo y liberarlo, se determinan los pasos a seguir para preservar la vida de este individuo.
LIBERACIÓN
La mayor satisfacción para Corpamag es lograr que todos los animales silvestres que llegan al CAVFS vuelvan a su hábitat, y así garantizar el equilibrio de los ecosistemas, por ello se propicia todo el proceso de adaptación, para que puedan retornar sanos y salvos a su correspondiente entorno.
Si bien, una vez las especies silvestres regresan a su entorno, la entidad continúa protegiendo los ecosistemas naturales, permitiendo así que se conserven adecuadamente otros elementos generadores de vida.
Todas las especies de fauna tienen derecho a permanecer libres en su hábitat natural, por eso el llamado de Corpamag es combatir y denunciar el tráfico ilegal de fauna silvestre y respetar el derecho a la vida. Si usted desea realizar la entrega voluntaria de un animal silvestre, reportar la tenencia ilegal o su afectación.
«Corpamag trabaja articuladamente con la Policía y el Ejército Nacional con el fin de detener el tráfico ilegal de especies silvestres en el Magdalena. Han sido estas acciones en conjunto, lo que ha permitido que cientos de ellas regresen a su hogar, que traficantes de fauna sean castigados y que muchas perso- nas hoy en día sean más conscientes de no tener animales silvestres como mascotas», precisa el ente rector del ambiente en el Departamento.