SANTA MARTA_ A través del llamativo y creativo documental ‘Nuestras Modistas – Puntadas de Memoria’, la Fundación Caminos e Identidades, FUNCEI, reconoce la costura popular como un oficio de resistencia y creación, que trascendió de lo doméstico a un patrimonio inmaterial vivo de la cultura samaria, aportando al arte, la cultura y las tradiciones.
Se trata de un seriado documental de tres capítulos que destaca el papel de las modistas en la construcción del tejido de identidad, memoria y comunidad. El primer capítulo recoge las vivencias de las modistas y utiliza animación computarizada para dar vida a sus historias.
El segundo capítulo aborda la experiencia intergeneracional de compartir saberes de costura entre modistas, niñas, niños y sus familias. El tercer capítulo se centra en la experiencia creativa en la que los participantes rinden un homenaje danzado a las modistas y presentan música original coescrita por ellos.
Este proyecto se realizó gracias a la beca para el reconocimiento y difusión de narrativas diversas de la economía del trabajo popular a propósito de la conmemoración de los 500 años de la fundación hispánica de la ciudad de Santa Marta, otorgada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes – Programa Nacional de Estímulos 2025, y contó con la realización audiovisual de Infinito Films.
Según explicó Liseth Consuegra, representante legal de FUNCEI, se rinde un homenaje a las costureras de la ciudad desde las historias de vida de Eudis Mozo Socarrás, Malena Toloza y Clara Manjarrés, modistas del taller Modas EU’S, quienes han demostrado la fuerza de las redes solidarias y valores como la amistad, confianza y creatividad. Estas modistas son las encargadas de elaborar los vestuarios de los chicos de FUNCEI, quienes danzan bajo la coordinación pedagógica e instrucción artística del maestro Jaime Castro Mozo, junto con el acompañamiento de las docentes Aileen Tesillo y Mayra Gaitán.
En el documental, las modistas narran como la costura popular permite la expresión de los sentimientos, el fortalecimiento de la amistad, la demostración de la identidad, los aportes para el sustento familiar y a la economía local, la promoción de las costumbres y la cultura de los samarios.
Ellas cuentan como la costura fue heredada de generación en generación, como un oficio que contribuye con la buena presentación de los ciudadanos. Además, se cuenta como era el relacionamiento con ciudadanos sirios – libaneses, que llegaron a la ciudad a comercializar telas e insumos para la modistería.
El arte de la costura es aprendido por los niños, niñas y jóvenes de FUNCEI, quienes por medio de talleres utilizan las agujas, hilos, botones y la máquina de coser, de la mano de las modistas tradicionales. Adicionalmente, los menores reconocen la importancia de arreglar o reciclar la ropa, como una alternativa de contribuir con el cuidado ambiental.







