SANTA MARTA_ El Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andréis” (INVEMAR) encendió las alertas tras recibir reportes de la comunidad sobre una preocupante mortandad de peces y la proliferación inusual de una planta acuática en el complejo lagunar de Pajarales, específicamente en el sector de Nueva Venecia, en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
El 12 de mayo, como parte de su misión de velar por la salud de los ecosistemas marinos y costeros del país, INVEMAR realizó un monitoreo en diferentes puntos del complejo, incluyendo Nueva Venecia, Buenavista, Caño Aguas Negras y la ciénaga La Ahuyama. Las inspecciones incluyeron mediciones in situ de parámetros fisicoquímicos, recolección de muestras de agua y registros fotográficos del área.
Los resultados preliminares revelan una situación ambiental preocupante. En varias estaciones, especialmente en Nueva Venecia y Boca Caño Aguas Negras, se detectaron niveles bajos de oxígeno disuelto, condición conocida como hipoxia, que afecta negativamente la vida acuática. Además, se identificaron anomalías en el color del agua y la presencia masiva de una planta acuática invasora, posiblemente Hydrilla verticillata, una especie originaria de Asia y Australia que ha generado graves impactos ecológicos en ecosistemas de todo el mundo.
Esta planta posee una enorme capacidad de adaptación, lo que le permite establecerse en una amplia variedad de condiciones ambientales. Su expansión puede alterar gravemente la dinámica ecológica de cuerpos de agua como la Ciénaga Grande, afectando la pesca, la biodiversidad y la calidad del agua.
Por otra parte, los análisis microbiológicos evidenciaron la presencia de aguas residuales domésticas, especialmente en el sector de Nueva Venecia, lo que no solo representa un riesgo sanitario para la población que depende de este ecosistema, sino que también contribuye al deterioro del equilibrio ecológico del complejo lagunar.
Aunque se descartó que la situación esté relacionada con una floración de microalgas nocivas, la presencia de esta planta invasora, junto a las condiciones de hipoxia y contaminación, supone un serio desafío para la sostenibilidad del ecosistema y los modos de vida de las comunidades locales.
INVEMAR continuará con el monitoreo ambiental, incluyendo estudios más profundos sobre las condiciones hidrológicas y ecológicas del área, con el fin de brindar insumos científicos que permitan a las autoridades ambientales tomar medidas efectivas frente a este nuevo reto ecológico que enfrenta la Ciénaga Grande de Santa Marta.