A pesar de las circunstancias difíciles que ha traído este año hemos logrado la expedición de leyes que desde su promulgación empezaron a cambiar el país. Aunque son muchos los logros obtenidos durante este periodo legislativo, también son muchos los proyectos y las tareas que se encuentran pendiente de rendir frutos, por las cuales seguiremos trabajando.
Una de las normativas más destacadas por su impacto nacional, en este año, fue nuestra Ley de Transición Energética, que nos permitió actualizar el primer marco normativo sobre energías renovables no convencionales contenido en la Ley 1715 de 2014, para de esta manera; acelerar el desarrollo sostenible en el país, reducir la gran brecha de acceso a la electricidad, y brindar seguridad energética.
Otras leyes de nuestra autoría, que logramos tramitar con éxito fueron: la Ley de Acción Climática que define la ruta a seguir para enfrentar el cambio climático y avanzar en la resiliencia climática; la Ley que reconoce el potencial pesquero del Embalse del Guájaro en el departamento del Atlántico y lo declara zona de interés ambiental, turístico y ecológico. Por otra parte, impulsamos la Ley de cadena perpetua para violadores y asesinos de niños y niñas, que aunque fue considera inexequible por la Corte Constitucional, sentó un precedente en torno al debate sobre la protección a los menores de edad.
En el transcurso del periodo legislativo lideramos importantes debates de control político tanto en la Comisión Quinta como en la plenaria del Senado de la República, cada uno de ellos de gran relevancia Nacional. Temas como el incremento de los precios de la energía en la Costa Caribe; la inconveniencia de la construcción de la planta Regasificadora del Pacífico y sus implicaciones frente al incremento de las facturas de servicios públicos; las partidas asignadas a la cartera de agricultura y desarrollo rural en el proyecto de Ley del Presupuesto General de la Nación para la Vigencia Fiscal del 2022, entre otros, fueron discutidos con la presencia de los ministros, directores y gerentes de las entidades responsables.
También, realizamos distintas solicitudes al Gobierno para la atención de calamidades públicas a nivel nacional, como la ocasionada por el Huracán IOTA en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; la inseguridad ciudadana; el alarmante aumento en las cifras de desnutrición infantil; los incumplimientos en las obras de modernización del Aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla; la crisis de los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM) del país; los derrames de crudo en el golfo de Morrosquillo; la instalación de nuevos peajes en la Costa Caribe; el desempleo juvenil; la crisis del fluido eléctrico en Arauca, por mencionar algunos.
En este segundo semestre, tuve el privilegio de ser designado por el Senado de la República como miembro permanente ante el Órgano Colegiado de Administración y Decisión OCAD PAZ, donde he estado vigilando que los proyectos de inversión que se aprueben con recursos de las regalías, verdaderamente contribuyan a forjar la paz de Colombia. También, conté con el honor de ser elegido como Vocero del Partido de la U para la legislatura 2021 – 2022, un rol que he asumido con responsabilidad y orgullo.
Sin duda alguna le hemos entregado a los colombianos un importante portafolio de leyes que son vitales dentro del proceso de recuperación, y desarrollo económico y social por el que transita el país. Nuestro propósito es seguir liderando desde el legislativo nuevas leyes que impulsen aquellos sectores que le apuestan a la sostenibilidad, así mismo, continuar defendiendo a los más vulnerables, y la protección del medio ambiente.