SANTA MARTA_ Un nuevo capítulo de enfrentamiento político se vivió este viernes en Santa Marta, luego de que la Alcaldía distrital impidiera el montaje de un evento organizado por la Gobernación del Magdalena para la entrega de 31 tramos viales pavimentados en el marco del programa ‘Mi Calle’.
La ceremonia, prevista para realizarse en la cancha del barrio Mamatoco, fue presuntamente frenada por orden del secretario de Seguridad del Distrito, Gustavo Berdugo, quien se presentó al lugar acompañado de policías y agentes de tránsito. El operativo derivó en la inmovilización de vehículos logísticos y la imposición de comparendos, generando rechazo entre líderes comunales y ciudadanos.
Según denunció Giovani Sierra, reconocido líder del sector, los permisos para el uso del espacio ya habían sido gestionados y aprobados con anticipación por la Junta de Acción Comunal y por la misma Alcaldía. “El jueves en la tarde, el director del Inred me llamó para pedirme unos marcos para un evento, pero ya teníamos agendado el acto de la Gobernación. Nosotros siempre damos los permisos con tiempo, y el primero que llegó fue el de la Gobernación”, aseguró.
El evento buscaba celebrar junto a la comunidad la entrega de nuevas vías en sectores como Mamatoco, El Bosque, 8 de Febrero, Urbanización El Río, El Pantano, Nacho Vives, Miraflores, San Fernando y Gaira, donde ya se culminaron las obras de pavimentación.
Desde su inicio en 2012 bajo la administración de Carlos Caicedo, el programa ‘Mi Calle’ ha pavimentado más de 400 tramos en 167 barrios de las tres localidades del Distrito, acumulando 36 kilómetros de nuevas vías que han beneficiado a más de 265.000 samarios.
La situación ha sido calificada por voceros de la Gobernación como un acto deliberado de obstrucción institucional. “Mientras no han puesto un solo ladrillo, se dedican a sabotear lo que sí se hace por la ciudad”, manifestó un funcionario del ente departamental, que prefirió mantener su nombre en reserva.
A pocas horas del acto oficial, la comunidad esperaba una solución que permita reconocer públicamente una obra que, según afirman, transforma de manera tangible su calidad de vida. Entretanto, el episodio reaviva las tensiones entre las administraciones local y departamental, en un contexto cada vez más marcado por el pulso político.