EL PIÑÓN_ A orillas del río Magdalena, en el municipio de El Piñón, fueron encontrados por la policía 1.074 huevos de babilla (Caiman crocodilus), cubiertos con papel, fique y abono preparado con tierra y aserrín. Este hallazgo se logró, gracias a la información oportuna de la comunidad.
El reporte entregado a la Policía indicaba que en el barrio La Chinita del referido municipio, unos sujetos que transportaban varias canastillas, las habían dejado abandonadas en el sector conocido como La Muralla, en la orilla del río.
Los uniformados de la Policía, realizaron de inmediato el desplazamiento y efectivamente encontraron tres canastillas de papel y plásticos, que al verificar su contendido, se trataba de un tráfico ilegal.
Aunque los huevos a la vista se observaban en buen estado, la manipulación de que fueron objeto genera afectación a los mismos, debido a que al cambiar su posición respecto al nido y alterar su temperatura, se interrumpe su ciclo, que suele ser delicado para la reproducción de este tipo de especies.
“Se trataría de un tráfico ilegal, realizado para cambiar el hábitat natural de estos huevos a un zoocriadero, que por lo regular terminan siendo lugares clandestinos», dijo el comandante del departamento de Policía Magdalena, coronel Yorguin Orlando Malagón Hernández.
Añadió que en estos zoocriaderos los incuban «con el fin de posteriormente beneficiarse de la carne y piel, para luego comercializar.
Sostuvo el oficial que, “nos encontramos frente al primer caso de hallazgo de huevos de babilla, en la jurisdicción».
La Policía agregó e instó a la ciudadanía a que también deben responsabilizarse y denunciar cuando encuentren este tipo especies o animales fuera de su hábitat, lo que facilitaría a las entidades ambientales y policiales hacer frente al tráfico de fauna y flora silvestre; pueden llamar a la línea 123 o acercarse a su Policía del cuadrante».
La Policía de El Piñón, dejó los 1.074 huevos, a disposición de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag.
Uno de los mayores desafíos para reducir el tráfico de animales, es la ejecución de controles en terminales fluviales existentes en algunos de los municipios ribereños, carreteras y lugares que permitan la identificación de especies obtenidas ilegalmente.