BERLÍN_ El avance de las energías renovables y los vehículos eléctricos está aumentando la demanda de baterías, que no siempre son sostenibles, pero un grupo de científicos estadounidenses ha encontrado una solución en los caparazones de los cangrejos.
Se trata de una batería sostenible realizada con zinc y un electrolito biodegradable sacado de las cáscaras de ese crustáceo, según publica Matter.
Las baterías utilizan un electrolito para transportar iones entre los polos cargados positiva y negativamente, el cual puede ser un líquido pasta o gel, para lo que muchas pilas usan productos químicos inflamables o corrosivos.
Además, los separadores de polipropileno y policarbonato, muy utilizados en las baterías de iones de litio, tardan cientos o miles de años en degradarse y aumentan la carga medioambiental, según Liangbing Hu de la Universidad de Maryland y firmante del estudio.
Material biológico quitosano