BOGOTÁ_ El primer mes de 2024 se acerca a su fin y la tarea en materia económica no tuvo vacaciones. En los primeros días del año se conoció que la inflación al cierre de 2023, luego de varios meses volvió a un dígito, se ubicó en 9,28%, y por ahora están pendientes otros indicadores claves como el crecimiento del PIB y la tasa de desempleo.
Como en todo arranque de año la hoja de ruta en cuanto a ingresos y gastos del Gobierno debe actualizarse, y las expectativas del mercado y los inversionistas se centran sobre las definiciones que adopte el Ministerio de Hacienda, cartera a la que hace 9 meses llegó Ricardo Bonilla.
El funcionario repasó asuntos neurálgicos que están sobre la mesa como el futuro de los precios de los combustibles, los pasos que siguen dando las pretendidas reformas del gobierno de Gustavo Petro y el potencial del país para atraer inversiones.
¿Cuál ha sido la decisión más dura como ministro de Hacienda?
“La decisión más difícil en este periodo ha sido la de tener que asumir dolorosamente los ajustes del precio de los combustibles que es una decisión responsable, pero obviamente va contra las implicaciones de lo que se esperaba de un Gobierno del carácter del presidente Petro, pero que efectivamente, contra el querer esto había que ajustarlo, pues de lo contrario no cerramos el déficit del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc)”.
¿Y eso ya terminó?
“Terminamos de ajustar el precio de la gasolina, en adelante seguirá el del diésel y eso es lo que vamos a hacer más tranquila, pausada y concertadamente”.
¿Eso quiere decir que la gasolina no subirá más este año?
“La gasolina ya subió, ya cerramos la brecha con el precio internacional. Es decir, la vamos a dejar flotando y probablemente haya unos pequeños ajustes mensuales de $20, $10 o $50 pesos, alguna cosa de ese estilo, o con indexaciones que tengan que ver con impuestos, pero alzas de $600 no van a seguir observándose”.
En cuanto al precio del ACPM, afirmó que cuentan con una mesa de diálogo junto a los sindicatos del sector del transporte, y en ese espacio buscarán alcanzar ciertos consensos. No están apurados, ya que comprende que, al mismo tiempo, ellos tampoco pueden responder de manera mensual, adaptando tarifas y costos de manera constante. Por lo tanto, es necesario llegar a un entendimiento sobre la forma en que se llevaría a cabo este proceso.
*Entrevista de Colprensa