BOGOTÁ_ En una conmovedora ceremonia llevada a cabo en el Centro de Memoria Histórica, el Estado Colombiano ofreció formalmente disculpas a la familia Cano, marcando un momento significativo al reconocer los sacrificios de Guillermo Cano Isaza, destacado periodista y exdirector de El Espectador.
Fernando Cano, hijo de Guillermo Cano, inauguró el evento con un discurso emotivo, enfatizando la importancia de recordar el legado de su padre más allá de los criminales a los que enfrentó con su pluma. Hizo un recuento de los eventos que llevaron al asesinato de Guillermo Cano, resaltando las publicaciones del periódico y la serie de asedios y ataques por parte de los cárteles de drogas contra El Espectador.
Guillermo Cano Isaza, quien se desempeñó como Director de El Espectador, fue brutalmente asesinado en diciembre de 1986 por cárteles de drogas que buscaban ejercer control sobre Colombia. Fernando Cano aclaró que la lucha en curso no era simplemente contra los cárteles de drogas, como comúnmente se retrata, sino más bien una lucha por la democracia que caía cada vez más en manos de narcoterroristas.
En 1997, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a la que se reiteró el agradecimiento, llevó el caso de Guillermo Cano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El 23 de febrero de 2001, la CIDH concluyó que el Estado colombiano había incumplido con su obligación de garantizar el derecho a la vida de Guillermo Cano Isaza y que tampoco había cumplido con su deber de investigar, juzgar y sancionar a los responsables. Instando al Estado a agilizar los procesos, la Comisión se mostró dispuesta a recibir avances sobre el caso.
Al evento asistieron la familia Cano, miembros del Gobierno Nacional y directivos y periodistas de los medios de comunicación más importantes en Colombia, simbolizando un esfuerzo colectivo para honrar la memoria de Guillermo Cano y luchar por la justicia frente a la adversidad.