BERLÍN_ Si se siguen los cálculos lógicos como los realizados por el Dr. Frank Drake –quien desarrolló a partir de principios de la década de 1960 la ecuación de Drake, que intenta cuantificar el número de formas de vida inteligentes que podrían descubrirse– y si se tiene en cuenta que se calcula que hay entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas y al menos 100.000 millones de planetas en nuestra galaxia, las pruebas de vida deberían existir en abundancia, y sin embargo, en la práctica, no hemos producido ninguna afirmación clara de nada más allá de nuestro propio planeta. Por lo que muchos se preguntan: ¿dónde están todos los extraterrestres?
Así, durante décadas, son muchos los científicos que han querido descifrar este enigma, conocido también como la «paradoja de Fermi» –basada en las reflexiones hechas en 1950 por el físico italiano ganador del Premio Nobel Enrico Fermi–, la cual se pregunta por qué no ha habido señales de vida extraterrestre.
Ahora, en un artículo que parece más una llamada a la acción a la humanidad, dos científicos de la NASA, junto con otros investigadores, han presentado una explicación desgarradora de por qué no hemos conocido todavía ninguna otra forma de vida inteligente.
Teoría del «gran filtro»
El equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA de CalTech ha abordado la cuestión en nuevo artículo publicado en el servidor de preimpresión ArXiv, aún no revisado por pares, analizando la previa teoría del «gran filtro», que postula que las antiguas civilizaciones alienígenas podrían haberse autoeliminado, o «filtrado» a sí mismas, antes de tener alguna posibilidad de establecer contacto con la humanidad.
Entre otras, las civilizaciones extraterrestres podrían haberse extinguido lentamente debido a las catástrofes climáticas de sus planetas, por lo que, antes de llegar a nosotros, los extraterrestres se habrían ya autodestruido.
La teoría propuesta por los científicos de la NASA no es la única a la que ha llegado a una conclusión similar. A mediados de este año, los astrobiólogos Michael Wong, de la Institución Carnegie para la Ciencia, y Stuart Bartlett, del Instituto Tecnológico de California propusieron una solución similar a la paradoja de Fermi, como reportó DW anteriormente. No obstante, el presente estudio presenta nuevas perspectivas, entre otras, en cuanto a los niveles de riesgo.}
La «solución más inquietante de la paradoja de Fermi»
En el nuevo artículo, los científicos hacen un ejercicio de autorreflexión sobre la humanidad y advierten que el filtro «tiene el potencial de erradicar la vida tal y como la conocemos, especialmente porque nuestro ritmo de progreso está directamente correlacionado con la gravedad de nuestra caída», en lo que denominan la «solución más inquietante de la paradoja de Fermi».
«Postulamos que una catástrofe existencial puede estar al acecho a medida que nuestra sociedad avanza exponencialmente hacia la exploración espacial, actuando como el gran filtro: un fenómeno que aniquila a las civilizaciones antes de que puedan encontrarse entre sí, lo que puede explicar el silencio cósmico», se lee en la introducción del artículo.
«Esto indica un período necesario de introspección, seguido de los refinamientos apropiados para enfocar adecuadamente nuestro predicamento, y abordar los desafíos y métodos en los que podemos ser capaces de mitigar el riesgo para la humanidad y los casi nueve millones de otras especies en la Tierra».
*Informe de DW