SANTA MARTA_ En una escena conmovedora que evidenció el abandono institucional en Pivijay, un padre recogió el cadáver de su hijo, asesinado en zona rural, y lo trasladó en su motocicleta para darle sepultura, tras constatar que no había presencia de autoridades judiciales encargadas del levantamiento crímico.
El episodio, reportado por Santa Marta Al Día, demuestra cómo familiares han debido asumir tareas propias del Estado ante una crisis humanitaria creciente que ya deja al menos 22 homicidios este año —19 documentados por Fiscalía y 3 adicionales en subregistro—, cuyos cuerpos fueron directamente enterrados por sus parientes.
Norma Vera, defensora de derechos humanos, denunció que esta situación no solo representa una falla institucional, sino también un riesgo para la salud pública, pues se incumplen los protocolos legales y sanitarios correspondientes. La comunidad, impotente, presenció cómo el padre, entre lágrimas, se arrodilló junto al cuerpo antes de montarlo en su motocicleta, al no recibir respuesta institucional.
Hasta el momento, ni la Fiscalía ni la Policía se han pronunciado oficialmente sobre este suceso ni en cuanto a la adopción de medidas urgentes para reforzar su presencia en la región.