ARACATACA_ El sacerdote Arnaldo Ferreira, párroco de la Iglesia San José, de Aracataca, causa revuelo por la forma cómo en los últimos días ha evangelizado, poniendo como receptores y multiplicadores de la palabra de Dios a los jóvenes. Bajo el precepto de que «si éstos no llegan a la iglesia hay que ir a donde ellos van», el clérigo decidió predicar en la calle y en una discoteca.
Lo hizo en el marco de la Gran Semana Vocacional, promovida por la Diócesis de Santa Marta, en el que el día viernes organizó, en el referido recinto bailable, lo que denominó una ‘michelada espiritual’, pero sin licor, sino con mango, salpimienta, gaseosa o agua.
«Hay que hablar de Cristo en todos los escenarios, no solo en las Iglesias», comentó.
Dijo que con el joven hay dialogar cosas de jóvenes y escuchar lo que ellos escuchan, pero, además, buscar que ellos crean lo que nosotros creemos y que vivan nuestra experiencia de fe».
El padre Ferreira considera que hoy la iglesia necesita curas más cercanos a los jóvenes, para que ellos se acerquen más a Dios.
«Es necesario que existan sacerdotes más untados de juventud, de pobreza y de la realidad que vive el país», precisó.
El religioso dijo que, además de la ‘michelada espiritual’ del viernes en la discoteca, el sábado se concentraron en el Camellón 20 de Julio del municipio, desde donde recorrieron las calles vestidos de blanco, con velas encendidas y cantando alabanzas a ritmo de de tamboras.
Previamente, el jueves se realizó una eucaristía especial con el santísimo.
«Es algo novedoso y especial que tiene encantado, no solo los jóvenes, sino a los adultos cataqueros», dijo José Manuel Polo, director de Prensa Estratégica