SANTA MARTA_ Ante la inminente temporada seca que afectará al departamento entre enero y abril de 2025, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) ha adoptado una serie de medidas preventivas para mitigar los impactos de la disminución de precipitaciones, el aumento de temperaturas y la posible crisis hídrica en la región.
Según los informes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se prevé una reducción de las lluvias entre un 10% y un 40% en varias zonas del Caribe colombiano, lo que representa un alto riesgo de sequía para el Magdalena. En particular, el Distrito de Santa Marta y los 29 municipios del departamento están altamente expuestos a este déficit hídrico.
La escasez de agua podría afectar múltiples sectores, incluidos el doméstico, agropecuario, energético, de transporte y salud. Además, las fuentes hídricas que abastecen a los municipios ribereños y a los asentamientos en la Sierra Nevada de Santa Marta podrían registrar una disminución en sus caudales, obligando a restricciones en el uso del recurso.
Para prevenir una crisis hídrica y reducir los riesgos de incendios forestales, Corpamag ha dispuesto medidas de emergencia en el marco de una resolución especial, priorizando la eficiencia en el uso del agua y el monitoreo constante de la situación climática.
Entre las acciones adoptadas, se destaca la solicitud a los alcaldes municipales para que activen los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, con el objetivo de realizar un seguimiento permanente a la evolución del fenómeno climático y sus impactos en las comunidades.
Asimismo, los mandatarios locales deberán elaborar o actualizar sus Planes de Contingencia, incorporando estrategias específicas para hacer frente al aumento de temperaturas y la disminución de lluvias. Estos planes serán fundamentales para garantizar la seguridad hídrica y minimizar los efectos negativos en la población y la economía del departamento.
Corpamag también ha solicitado a los gremios productivos del Magdalena que activen sus propios planes de contingencia, con el fin de asegurar que las actividades agrícolas, pecuarias e industriales puedan adaptarse a la crisis climática sin generar un impacto desproporcionado sobre los recursos hídricos disponibles.
El llamado de la entidad ambiental es claro: el manejo responsable del agua será clave en los próximos