SANTA MARTA_ La ciudad de Santa Marta fue testigo de un oscuro capítulo en su historia. El pasado 10 de octubre de 2023, la vida de una familia completa se vio truncada en un acto de violencia que ha dejado a la comunidad atónita y conmocionada.
Luis Alberto Aarón, su suegra Piedad Peñaranda y la niña Claudia Elena Aarón Cusa fueron víctimas de un crimen que ha generado una necesidad imperante: celeridad en la investigación.
En esa fatídica noche, un suceso aterrador sacudió la tranquilidad de una familia. Los cuerpos de Luis Alberto Aarón, su suegra Piedad Peñaranda y la pequeña Claudia Elena Aarón Cusa fueron descubiertos en la zona de la trocha Ayapel, en el barrio La Paz de Santa Marta.
La familia iba en una camioneta Chevrolet Vitara cuando un grupo de hombres armados les cerró el paso y posteriormente abrieron fuego. Aunque a la menor la trasladaron a un centro asistencial, por la gravedad de las heridas perdió la vida minutos después.
El impacto de este acto brutal se extendió por toda la comunidad, que lucha por comprender cómo algo así pudo suceder.
Transcurridos 12 días desde la tragedia, la comunidad de Santa Marta y los familiares de las víctimas claman por respuestas y justicia. La falta de avances notables en la investigación ha dejado un sentimiento de impunidad que amenaza la confianza en el sistema de justicia. La necesidad de una investigación diligente y eficiente es incuestionable.
El tiempo es esencial en la resolución de este caso. La falta de celeridad no solo prolonga el sufrimiento de la familia Aarón y de la comunidad, sino que también envía un mensaje perjudicial sobre la capacidad del sistema de justicia para abordar actos violentos de esta naturaleza.
Hoy no solo es un día no solo para recordar a estas víctimas. También para hacer un llamado a las autoridades competentes para que redoblen sus esfuerzos y resuelvan este caso, mostrando que la impunidad no tiene cabida en nuestra sociedad.