BRUSELAS_ «Está claro que China está desempeñando un papel cada vez más importante en la región. Es el principal socio comercial de la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe”, dijo en rueda de prensa Josep Borrell, Alto Representante de la Política Exterior y Defensa de la Unión Europea (UE). «Los ministros de Exteriores han acordado hoy que esta situación hay que revertirla”, aseguró Borrell.
¿Qué hay que desbloquear para los acuerdos?
Avizorando una cumbre entre los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE y los 33 de América Latina y el Caribe, el encargado de la diplomacia europea presentó a los ministros de Exteriores la «Route 2023”, una estrategia para fortalecer la presencia en los países del Nuevo Continente. Y la ruta comienza por desbloquear la ratificación del Acuerdo Global conMéxico.
«Hoy nadie ha planteado nada que permitiese creer en alguna objeción por parte de los Estados miembros. Estamos ante un problema de tipo procedimental que no puede demorar por más tiempo este proceso”, respondió a DW Josep Borrel. Acabar la modernización del Acuerdo con Chile -de preferencia este mismo año cuando cumple dos décadas- dependería de los resultados del plebiscito por la nueva Constitución.
Y en cuanto a la del Mercosur, más complicada porque es un acuerdo nuevo y con cuatro países, «hay que adaptar el acuerdo al que se llegó en 2019 incorporando preocupaciones de tipo ambiental para lo que hace falta un trabajo técnico muy importante”, puntualizó Borrell.
¿Se trata solo de acuerdos comerciales?
Al parecer, esta vez, no se trata solamente de avanzar en la finalización de esos acuerdos comerciales. No priorizar las relaciones con una región donde se encuentra la segunda mayor reserva de gas mundial, las mayores reservas de litio, inmensas posibilidades para las energías renovables y que apoyó a Europa en el seno de la ONU cuando se trató de condenar la invasión rusa a Ucrania sería «un error», en opinión de Javier Niño, director adjunto para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior.
De regreso de Argentina, Niño, que desde hace veinte años lleva temas latinoamericanos, habla de la posibilidad de que ese país supla el comercio con Rusia y Ucrania. «Nos hacemos un flaco favor si no ponemos a América Latina en el mapa geoestratégico de la UE”, afirmó Niño. «Es ahora o nunca», subrayó.
El camino hasta el 2023
Cabe recordar que también las propias tensiones políticas en Latinoamérica han evitado un encuentro al más alto nivel. ¿Cómo piensan solucionarlo?
La respuesta es técnica: la cumbre sería convocada por dos organismos multilaterales, la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Desde que en 2011 se creó la CELAC, “las cumbres las ha convocado ese organismo y espacio multilateral latinoamericano”, explica a DW Javi López, copresidente de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat).
Con todo, en la reunión ministerial que tendrá lugar en octubre, con el auspicio argentino, se tomará el pulso a la relación y se podrá avanzar en rellenar de contenidos esta renovada voluntad de la UE por cooperar más con América Latina -sea con más becas Eramus Mundus, con una nueva plataforma de vacunas o monitoreando la deforestación.
Como fuere, de aquí a la posible cumbre UE-CELAC, lo mucho que resta por hacer estará en manos de la presidencia checa del Consejo Europeo, luego en las suecas y finalmente en las españolas.
«En lo que se refiere a transformación digital, lucha contra el cambio climático, lucha contra la desigualdad y todos los problemas que afectan hoy al crecimiento económico de la región más desigual del mundo, Europa tiene que estar presente. Yo personalmente haré todo lo posible para que así sea”, aseguró Josep Borrell.
*Informe de Deutsche Welle